viernes, 11 de mayo de 2012

Y AHORA UN COMERCIAL...

PROYECTOS POPULARES ALTERNATIVOS AC.

PRODUCTOS ELABORADOS EN

PROYECTOS POPULARES ALTERNATIVOS A.C.
Con Manufactura Sustentable y Artesanal.

SHAMPOO DE SANGRE DE GRADO: Compuesto principalmente con Sangre de Grado y con  plantas que auxilian en problemas de fragilidad de  las raíces del cabello ya que fortalece el cuero cabelludo,  combate la caspa y la comezón, auxiliar en la caída del cabello. Recupera la consistencia dándole volumen. Su valor terapéutico principal es que combate la seborrea –descamación del cuero cabelludo-.  

ENJUAGE DE SANGRE DE GRADO: A más de las propiedades que contiene proporciona brillo y sedosidad  al cabello. 

GEL DE SANGRE DE GRADO:  Elaborado con las mismas plantas que el shampoo y enjuague, su uso cosmético permite mantener el peinado proporcionando un recubrimiento a las fibras del cabello contra los embates extremos de  nuestro clima.

CREMA DE ROMERO CON VITAMINA E: La vitamina E protege la piel evita las arrugas prematuras al ser absorbida por vía cutánea. Se recomienda usarla a diario.

CREMA DE HAMAMELIS: Para la circulación. Tonifica los músculos venosos.  Combate los problemas de várices, adormecimiento en piernas, frialdad por mala circulación, ayudan al tejido conectivo a reforzarse.  Por lo que se recomienda en uso cotidiano a personas que por su trabajo deben estar mucho tiempo de pie.     

GEL DE HAMAMELIS: Da una sensación de frescura al aplicarse y su uso va encaminado a problemas de  circulación. El Hamamelis tonifica los músculos venosos.  Auxiliar en  problemas de várices, adormecimiento en piernas, mala circulación, ayudando al tejido conectivo a reforzarse.  Proporciona descanso, por lo que se recomienda a personas que por su trabajo deben estar mucho tiempo de pie.     

CREMA REAFIRMANTE: Basada en plantas que permiten la oxigenación de los tejidos permitiendo el desalojo de toxinas y disminuyendo la inflamación. Se recomienda tomar 8 vasos de agua a lo largo del día, hacer 30 minutos diarios de caminata y dar un masaje ligero al aplicarla. 

GEL REAFIRMANTE: Por su consistencia da una sensación de frescura al aplicarlo,  esta fabricada por plantas que permiten la oxigenación, vía cutánea, de los tejidos, se absorbe rápidamente, depura  y desinflama. Por lo que la  piel se afirma sobre los músculos. Se recomienda aplicarlo diariamente, dando masaje en forma circular hacia fuera. 

POMADA CONTRA LOS HONGOS: Uso terapéutico contra los hongos en pies, Compuesto por Ajo y Gobernadora, ambas excelentes antimicóticos –contra hongos-El ajo al ser absorbido por la piel  ayuda a mejorar la circulación, depurando los tejidos. En su uso se recomienda  dar un masaje suave a los pies limpios  y secos, posteriormente  protegerlos con calcetines. 

POMADA DE ARNICA: Pomada  de  uso terapéutico que aprovecha las propiedades del árnica  como desinflamante  en casos de golpes y dolores musculares  y para reabsorber  rápidamente  los moretones

POMADA DE CALENDULA: Compuesta  por  Caléndula , Romero y otras plantas  en combinación, pomada  excelente para quemaduras, llagas e infecciones leves, efectivo auxiliar en raspones y rozaduras  ya que es regenerador celular. 

CREMA  DE CALENDULA: Mismas propiedades que la pomada de caléndula, excepto que su presentación es en crema  para quienes prefieras ese uso. Compuesta  por  Caléndula , Romero y otras plantas  en combinación, pomada  excelente para quemaduras, llagas e infecciones leves, efectivo auxiliar en raspones y rozaduras  ya que es regenerador celular. 

               Todo eso lo tenemos en Proyectos Populares Alternativos A.C.

UN ARTICULO DE LYDIA CACHO...

Plan b*
Po Lydia Cacho

Hay pocas personas en el país que no buscan las instrucciones para salir de las tragedias que se compilan  en diferentes rincones de la patria. La mayoría se pregunta cada día cómo emerger en paz, cómo ayudar sin morirse, como participar sin perderlo todo, como salvar sus dones personales y compartirlos sin dejar el alma en el camino.

Están quienes se niegan a cultivar el cinismo como salida rápida ante su miedo, quienes se abstienen de sembrar el terror de lo imposible, quienes saben que la esperanza no es un fruto quimérico. Sólo unos cuantos difunden la falsa noción del advenimiento de lo peor, sólo los ignorantes creen que la política partidista y la mera democracia electoral son todo, y predican que desde allí surgirá la transformación real. Sólo algunos, los macarras de la doble moral, enemigos de la cultura y la lectura, defienden esa forma de poder monolítica vertical y excluyente, que somete con miedo y esclaviza incitando a la normalización de la corrupción y la intolerancia a la diversidad.

Millones de hombres y mujeres en México siguen creyendo que hay respuestas concretas. Las buscan después del llanto por sus muertos, desde la acción directa por sus hijas asesinadas, por sus familiares desaparecidos, para rescatar a sus hermanas, hijas o madres maltratadas por el hombre que aman. Están las madres que lo abandonan todo por defender a sus hijos violados o quemados en vida; quienes ante el nacimiento de un bebé con capacidades diferentes inician proyectos colectivos. Las y los periodistas que no se arredran ante arrestos, desapariciones y muertes de colegas. Los padres entregados a salvar a sus hijos adictos a las metanfetaminas, o a la violencia homicida, o consumidos por el rencor ante una patria que se niega a ofrecerles un trozo de futuro.

Ellas y ellos no son otra cosa que derechohumanistas. A veces se bautizan y otras no, pero sin duda son defensoras y defensores de los derechos humanos. Porque transforman la tragedia personal en una causa social, porque ante el abandono del Estado nunca se cruzan de brazos. De la mano de ellos y ellas están quienes sin haber sufrido en lo personal, han elegido el camino de la defensa profesional de los derechos y las libertades.

Amas de casa, profesionistas, rancheros, sacerdotes progresistas, maestras y maestros, feministas, indígenas políglotas, sanadoras, campesinos ecologistas. Han sabido desde hace años que las instrucciones para salvar a México están ocultas entre la indignación y la esperanza diaria. No las buscan afuera sino las construyen desde su experiencia vital. Es así como en este país se han formado organizaciones que defienden, cada vez más profesionalizadas  y estructuradas, todos los derechos humanos. Desde las violencias varias hasta el derecho al agua, a la libre migración, a la justicia, a la educación, a la cultura, a la alimentación; a la equidad plena.

El falso discurso de la muerte justificada a costa de la seguridad pública, de la mano de la jerga del vacuo barullo electoral, han ocultado la emergencia de un aplastante y silencioso ataque a quienes defienden los derechos humanos, es decir, hacia quienes construyen modelos de paz y justicia. La desigualdad y maltrato hacia los y  las defensoras de derechos de hombres, mujeres, jóvenes, niñas y niños, es insostenible y éticamente inaceptable. No se puede, ni se debe, ayudar a las víctimas victimando, a las muertas, muriendo. La congruencia exige que las defensoras y defensores de derechos humanos se protejan y defiendan a sí mismos de la misma manera, y en la misma medida, en que protegen a las personas a las que ayudan. Ni más ni menos. Sólo así se construye una sociedad civil fuerte, sana, que no se pierde en la sumisión de quien se considera y es tratado como alma caritativa y sacrificada, sino en el ejemplo de quien se sabe con derecho a la vida, a la palabra, a la justicia y a la libertad.

Me atrevo a decir que este año será el año de los derechos humanos de México, el año de reivindicar las causas ganadas en cada rincón del país, desde las montañas defendidas por grupos indígenas, hasta los valles rescatados por jóvenes, por mujeres y hombres cuyos nombres no saldrán entre “los más influyentes de México”, aun cuando ciertamente lo sean.

Hasta convertirnos no en un país de unos cuantos héroes y heroínas, sino en una fuerza civil multitudinaria e inagotable, en el verdadero fiel de la balanza.

*Plan b es una columna publicada los lunes en El Universal y otros diarios de México.
www.lydiacacho.org /  @lydiacachosi