Recuerde: en este tipo de cáncer las medidas preventivas son insuficientes, es importante estar alerta efectuando, periódicamente, la autoexploraciòn de mama.
Paso 1:
Párese frente a un
espejo con los hombros rectos y los brazos junto a la cadera y mírese las
mamas.
Esto es lo que debe
encontrar:
·
mamas de tamaño, forma y color normales
·
mamas que no presentan deformaciones ni inflamaciòn visibles
Si nota alguna de las
siguientes alteraciones, informa a tu médico:
·
formación de hoyuelos, arrugas o bultos en la piel
·
cambio de posición de un pezón o pezón invertido (está metido hacia adentro
en lugar de sobresalir)
·
enrojecimiento, dolor, sarpullido o inflamación
Paso 2:
Levante los brazos y observe si aparecen las alteraciones descritas en el paso
1.
Paso 3:
Cuando esté frente al espejo
vea si sale líquido de uno o ambos
pezones (puede ser transparente, lechoso o amarillento, o sangre).
Paso 4:
Acuéstese y palpe las mamas con las manos invertidas,
es decir, la mama izquierda con la mano derecha y viceversa. Procure que la presión
con la yema de sus dedos sea firme y
pausada, manteniendo los dedos rectos y
juntos. El movimiento debe ser en círculos pequeños.
Trate de tocar
todo el tejido mamario, tanto en la parte delantera como en la parte trasera:
para palpar la piel y el tejido superficiales, ejerce una leve presión; para
llegar al tejido ubicado en la parte media de las mamas, una presión moderada,
y para el tejido profundo, una presión firme. Al llegar al tejido profundo,
tiene que poder sentir la caja torácica.
Paso 5:
Palpe las mamas estando de pie o sentada. Muchas
mujeres dicen que la mejor forma de palparse las mamas es cuando la piel se
encuentra mojada y resbaladiza, de modo que prefieren realizar este paso en la
regadera. Revisión de la mama completa
con los mismos movimientos que se describen en el paso 4.