¿QUE ES LA MICRODOSIS?
La microdosis consiste en suministrar elementos curativos de diverso origen ya sean tinturas, que son de origen botánico, animal o fármacos, pero siempre en cantidades diluidas, ya que las dosis que se utilizan son muy bajas si se comparan con las utilizadas en la medicina alópata aunque en dosis muy altas comparadas con las diluciones de la Homeopatía. Y es aquí es donde difieren los principios del tratamiento con microdosis del homeopático. Ya que la microdosis descansa en el principio de los contrarios, respetando los sistemas clásicos de diagnóstico, mientras que la Homeopatía se apoya en el principio de lo similar, tomando su criterio clínico en la patogénesis y su acción no es bioquímica.
La administración de gotas vertidas debajo de la lengua, sean tinturas, bases o esencias que tras ser diluidas permiten estimular las terminales neurosensoriales haciendo que la información del principio activo llegue rápidamente al hipotálamo desde donde se transmite a los órganos y tejidos facilitando que actúe el elemento activo sin interacciones, ni reacciones secundarias, lo que permite dar varios fármacos simultáneamente.
El Dr. Eugenio Martínez Bravo explicaba que la microdosis se vierte en las terminales neurosensoriales de la lengua y llevan directamente la información hasta el hipotálamo desde donde se transmite a los órganos y tejidos mediante el Sistema Neuro Vegetativo, o sea, que sigue una vía directa neurohormonal, en lugar de la vía indirecta Alópata -invasiva- y que consiste en ingerir los medicamentos: boca-estómago-duodeno-hígado-circulación general, que es precisamente lo que obliga a que las dosis medicas para conseguir cierta presencia en sangre, sean tan elevadas.
En otras palabras: la microdosis usa una vía más rápida que evita que las defensas del organismo actúen contra el fármaco. Esta vía corta -así denominó el Dr. Martínez Bravo al camino receptores neurosensoriales-hipotálamo-corteza cerebral-sistema neurovegetativo-efectos curativos- podría explicarnos por qué es tan efectiva la aplicación de microdosis en lugares diferentes a la lengua como en los puntos de acupuntura.
Y por cierto: el descubridor e impulsor de los tratamientos con microdosis fue el médico Eugenio Martínez Bravo, en los años setenta.
Martínez Bravo atendía a los reclusos de una prisión donde había carencia de medicamentos y en cierta ocasión requirió de urgencia algunos de ellos, encontrándose con suministros que no alcanzarían sino para uno solo, el abuelo de Martínez Bravo había sido medico Alópata y Homeópata además de que procedía de una familia donde la Homeopatía era de uso, así que vertió lo que disponía en un recipiente agua, agitó la mezcla –activándola- y puso a cada uno de los reclusos unas gotas bajo la lengua. Viendo que habían reaccionado favorablemente pese al volumen de la dosis.
Dedicó sus esfuerzos a buscar alguna fórmula que permitiera aprovechar loa conocimientos en la medicina Alópata y la Homeopatía a mas de que tenía interés en recuperar nuestra herencia terapéutica basada en las plantas medicinales. Siendo maestro en la Universidad de Zacatecas donde ejerció como profesor con apoyo Institucional ya que había interés en recuperar el conocimiento precolombino, que teníamos, sobre los usos medicinales de las plantas. Continuando son su investigación de las Fitoterapia tradicional apoyado por médicos de pueblo, curanderos y conocimiento de los pobladores, redondeó la forma de uso de la microdosis como un método curativo, sencillo, económico.
Presentó los resultados de su investigación en el Congreso Internacional de Medicina Tradicional, en Cuernavaca, Morelos, en 1982.
El médico cubano Ávila Guethón, del Centro de Desarrollo Integral de Medicina Natural y Tradicional de La Habana, cuenta sus experiencias en el uso de la microdosis con medicamentos que en su país empezaron a utilizarlas en 1995 en el Hospital Comandante Pinares de San Cristóbal en Pinar del Río porque habían tenido la oportunidad de escuchar la conferencia que sobre el tema había impartido el Dr. Eugenio Martínez Bravo, en Cuba y en esa época había déficit de medicamentos:
"Las primeras microdosis que elaboramos fueron de Dipirona y las utilizábamos en el Cuerpo de guardia como antipirético y analgésico apreciándose buenos resultados. Después incorporamos la Aminofilina para pacientes asmáticos con resultados igualmente favorables. Luego, en un momento dado, hubo un gran desabastecimiento de psicofármacos para el servicio de Psiquiatría y elaboramos microdosis de Meprobamato, Amitriptilina, Cloropromacina, Tioridazina, Tilo y otros; y aunque no se evaluaron resultados de forma confiable el consenso de la jefatura del servicio y de los médicos era de que resultaban de utilidad. Por esa fecha, en el año 1996, preparamos incluso microdosis de morfina par a numerosos pacientes con neoplasias terminales; y eso ocurría así porque los familiares se enteraban de los buenos resultados que obtenían otros con las microdosis".
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