miércoles, 15 de diciembre de 2010

LA RELAJACION: VIVIR EL AQUÍ Y AHORA


"Quien no está ocupado naciendo,
está ocupado muriendo"
Bob Dylan

En el runrún de nuestra mente,  a través de los hemisferios cerebrales se crean visiones, imágenes  que nos hablan a nosotros,  de nosotros mismos,   es una especie de mensaje delicado, a voz en oído y para escucharlo necesitamos desconectar ( bajar los altavoces) del lado racional de nuestro cerebro...y escuchar a nuestros propios ángeles: esto es Meditación

Y en concreto: ¿Qué es la meditación? :  "El nombre de una conversación  interna de una persona con otra que es invisible, como en la invocación de una deidad, o la comunicación con el propio Yo o con nuestro ángel guardián". Su objetivo: Crear la totalidad (salud, armonía)  a partir de un proceso en donde se equilibren  esos  dos aspectos opuestos y complementarios  que existen el en ser dual que somos nosotros.

En nuestro  ambiente de competencia y presión constantes,  nos damos cuenta de que empleamos nuestra energía en alcanzar objetivos  materiales, placeres o reputación. Estos logros nos hacen felices solo temporalmente pero no nos proporcionan la plenitud duradera, porque son temporales,  y que por su evasividad  estimulan defectos de carácter como la ambición, celos, frustración, miedos. Tenemos una mente agitada que brinca de meta en meta, de ambición en ambición, de cama en cama con sus deseos nunca satisfechos. Tanta energía gastamos en lograr las ambiciones que se deteriora nuestras relaciones afectivas. Olvidamos que la felicidad es un estado mental.

Para detener la maraña de pensamientos que nos dominan hay un ejercicio de relajación por respiración, que se puede hacer a solas, sin necesidad de estar en grupo  y como los grandes logros se logran con un primer paso,  para la lucidez mental iniciemos con un ejercicio de relajación por respiración:

1º. Se escoge un espacio tranquilo sentados en la postura de las piernas cruzadas una sobre la otra, o bien, en cualquier posición cómoda. Incluso nos podemos sentar en una silla. Es importante tener la espalda recta para evitar la somnolencia.

2º. Con los ojos entreabiertos, enfocamos la atención en la respiración, rítmicamente,  con naturalidad a través de los orificios nasales, sin pretender controlar este proceso,  conscientes de la sensación que produce el aire al entrar y salir por la nariz. Esta sensación es nuestro objeto de meditación. Nos concentramos e intentamos olvidar todo lo demás.

3º. En un principio, encontraremos que nuestra mente está muy ocupada y es posible que pensemos en los pendientes del día, que toooodooo nos dé comezón, que aparezcan dolores en sitios extraños,  lo que ocurre es que nuestra mente que tiende a moverse  sin enfocarse en el aquí y ahora, se resiste, nos resistimos inconscientemente;   tratemos de  evitar ese runrún y concentrarnos en la sensación que se produce al respirar. Una y otra vez volvamos a la respiración hasta que la mente se concentre en ese estado único. Con paciencia las  distracciones irán disminuyendo,  notaremos una sensación de serenidad y relajación.

Con detener la maraña de pensamientos, aunque sea de forma temporal, nuestra mente se volverá lúcida y nos sentiremos restablecidos. A la manera del sedimento que en agua tranquila se deposita en el suelo. Trataremos de estar en ese estado de relajación por el mayor tiempo posible. Llega un sentimiento de  serenidad que nos auxilia a tomar las mejores decisiones en los problemas de la cotidianidad.

Las depresiones, las dificultades de contacto social, el estrés   tienen en origen en nuestra inquieta mente que nos domina, y muchos de nuestros problemas de salud, son provocados o agravados por el estrés.

Practicar  la relajación por la respiración, durante diez minutos al día podemos reducir nuestros niveles de  estrés… y claro logramos una mejor calidad de vida.  

PROYECTOS POPULARES ALTERNATIVOS A.C.

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